Skip to main content

La pandemia ha sacado a la luz la necesidad que tienen ciertas personas, con patologías crónicas o cierto grado de dependencia, de servicios que les den soporte y una buena accesibilidad a estos.

Por eso, las actividades sociosanitarias han cobrado mucha relevancia en los tiempos que corren.

¿Qué se entiende por actividad sociosanitaria?

Las actividades sociosanitarias se definen como el conjunto de cuidados destinados a aquellos enfermos, generalmente crónicos, que por sus condiciones pueden beneficiarse de la actividad conjunta de las labores sanitarias y sociales.

Son, por tanto, labores de las que se pueden beneficiar aquellos individuos polimedicados, con patologías crónicas, con grados diferentes de discapacidad o dependencia, pacientes frágiles, con deterioro cognitivo o incluso en tratamiento paliativo.

¿Qué puede aportar la farmacia comunitaria en este ámbito?

La función sanitaria de la farmacia está centrada en el campo de los medicamentos y productos sanitarios (gasas, sueros, vendas, ortopedia, tensiómetros…). También garantizan que los pacientes los reciban y utilicen según sus necesidades (a la dosis adecuada y durante un tiempo suficiente) y siempre con la información suficiente para promover un uso racional.

La farmacia comunitaria a nivel social colabora prestando estos servicios no solo a los pacientes que vayan al establecimiento sino también a aquellos pacientes que estén institucionalizados o no puedan salir de su domicilio.

¿Qué actividades desarrolla la farmacia sociosanitaria?

Para dar soporte a este perfil de pacientes, los/as farmacéuticos/as, como profesionales sanitarios, desempeñan funciones como:

  • Conciliación de la medicación pautada. Gracias a ello se revisa aquella medicación que ya no es necesaria y optimiza el gasto farmacéutico por paciente.
  • Seguimiento farmacoterapéutico. Se valora como evoluciona el paciente con la terapia.
  • Preparación de Sistema Personalizados de Dosificación (SPD). Este tipo de sistemas se preparan y revisan por los farmacéuticos en la farmacia y consiguen que la medicación de los pacientes quede perfectamente distribuida en días de la semana y horas del día. Esto contribuye a evitar errores de medicación o la duplicidad de tomas.
  • Asesoramiento sobre productos de autocuidado (gotas oftálmicas hidratantes, complementos alimenticios, medicamentos sin receta…)
  • Consejo nutricional (alimentación en paciente diabético, hipertenso, intolerancias alimentarias…)
  • Asesoramiento sobre productos de ortopedia y ayudas técnicas para adecuar el hogar o los centros sociosanitarios a las necesidades de cada individuo.
  • Depósito de medicación de centros sociosanitarios. La farmacia y sus profesionales se ocupan de la conservación, custodia, almacenamiento y dispensación de medicación, gestión de estupefacientes, control de stocks, revisión de caducidades, gestión de residuos y resolución de alertas sanitarias.
  • Colaboración con otros profesionales del centro sociosanitario, impulsando programas de formación e información sobre el uso racional de medicamentos y productos sanitarios.
  • Desarrollo de actividades de divulgación y prevención de enfermedades, educación sanitaria, nutrición y alimentación saludable y actuaciones que promueven un envejecimiento activo y saludable.

¿Qué papel tienen las farmacias en situaciones como la actual?

Como comentaba al inicio de este post, la pandemia ha sacado a la luz las necesidades de una parte de la sociedad que representa un importante número de personas: la tercera edad, los dependientes y los enfermos crónicos.

Otra cosa que ha destacado esta situación tan extrema, es la importante labor que desempeña la figura del farmacéutico y del técnico de farmacia y cómo no se está sabiendo sacar provecho a este perfil de profesionales y a las farmacias comunitarias.

La farmacia, en definitiva, puede convertirse en una buena aliada para dar un soporte integral a esta parte de la población con una serie de necesidades que no siempre los centros públicos pueden abordar con la calidad que merecen (ya sea por falta de medios económicos o humanos) o no están al alcance en el domicilio.

Desarrollemos al máximo el potencial concentrado en estos establecimientos sanitarios y demos el cuidado que merecen a aquellas personas que lo necesitan. Es un buen momento para cambiar de perspectiva y apoyar la colaboración entre los diferentes profesionales sanitarios y, de este modo, hacer que nuestro sistema de sociosanitario alcance el mayor grado de calidad.

FUENTE:

  • Montoya Tolón, M. “Farmacia Sociosanitaria” Congreso Online: Gestiona Tu farmacia. Construye una farmacia moderna y rentable basada en tus valores farmacéuticos.